Posible uso del biobed para eliminar restos de fármacos de las aguas

Los ‘biobeds’ surgieron a comienzos de los 90 en Suecia y son sistemas de biorremediación con un receptáculo que contiene mezclas de suelo con residuos orgánicos, sobre el que se manipulan los productos químicos utilizados en los cultivos para evitar así la contaminación del suelo y los cauces de agua.

 

El grupo de investigación Relaciones Planta-Suelo de la Estación Experimental del Zaidín es pionero en el desarrollo de nuevos ‘biobeds’ donde la turba y la paja del sistema original se sustituyen por residuos de la agricultura de invernadero, de la industria de producción de vino y de aceite de oliva; estos últimos tienen potencial de eliminación de plaguicidas iguales o superiores al ‘biobed’ tradicional.

 

En el Science of the Total Environment se acaba de publicar el estudio ‘Innovative application of ‘biobed’ bioremediation systems to remove emerging contaminants: Adsorption, degradation and bioaccesibility’, que profundiza en la posible utilidad de estas nuevas alternativas para depurar restos de fármacos y de productos cosméticos de las aguas residuales urbanas.

 

“Los sistemas actuales empleados en las estaciones de depuración de aguas residuales (Edar) no los captan, por lo que muchos de ellos y sus metabolitos terminan en las aguas naturales”, explica la investigadora del grupo de la EEZ y una de las autoras del trabajo Laura Delgado. Las aguas residuales tratadas contienen un amplio muestrario de productos farmacéuticos: antiinflamatorios y analgésicos(diclofenaco, ibuprofeno, naproxen, paracetamol), el antiepiléptico carbamezapina, los antibióticos sulfamethoxazole y trimetoprima, hormonas estrogénicas o el antibactericida triclosán.

 

“El uso de aguas residuales tratadas y de lodos de depuradora en agricultura es la principal vía de entrada de estos contaminantes al medio ambiente por eso es crucial retirarlo antes de que lleguen a las aguas naturales”, añade. En el marco de este estudio se han intentando comprobar en el laboratorio la capacidad de determinadas mezclas de alperujo (lo que queda de la aceituna al extraer el aceite de oliva), su vermicompost (producto de la descomposición del alperujo porun tipo de lombrices) y restos de poda del olivar para retener y degradar tres fármacos: diclofenaco, ibuprofeno y triclosán. “Los microorganismos presentes en el ‘biobed’ degradan el contaminante retenido en sitios de la biomezcla a lo que ellos pueden acceder. Así pues, la biomezcla más eficiente será la que los retenga de forma reversible y permita que sean accesibles a la comunidad microbiana de cada biomezcla”.

 

Este estudio también aborda por primera vez en un sistema ‘biobed’ la bioaccesibilidad de los contaminantes, usando para ello el método de dilución isotópica desarrollado por Delgado. Las biomezclas con residuos del olivar demostraron tener gran capacidad de retención de los fármacos estudiados. Sin embargo, para la biomezcla con vermicompost de alperujo la degradación fue mayor, ya que los contaminantes quedaron retenidos en sitios accesibles a los microorganismos.

 

Los resultados apuntan a que la eficacia de eliminación de esta biomezcla es superior al 94 % en el caso de los tres contaminantes ensayados. “La investigación indica que la bioaccesibilidad usando el método de dilución isotópica es una herramienta muy sencilla y rápida para estimar la eficacia de una biomezcla para eliminar contaminantes orgánicos, y puede aplicarse en la optimización de ‘biobeds'”, sostiene Delgado.

 

Aunque siguen siendo necesarios más estudios al respecto, esos sistemas permitirían tratar de forma sostenible y bajo coste grandes volúmenes de agua”.

 

 


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