El Ayuntamiento de Zaragoza continúa con la implantación en la ciudad del quinto contenedor para la recogida de materia orgánica. El despliegue de los nuevos depósitos se retomó el 2 de septiembre, y abarcará poco a poco todos los distritos a los que todavía no han llegado y los barrios rurales, con el objetivo de que el proceso esté totalmente concluido antes de que acabe este mes. Fue en abril cuando la contrata FCC que se encarga de la limpieza y la recogida de residuos empezó a colocarlos y, desde entonces, ya se han recogido 1.238 toneladas de este tipo de basura, lo mismo que en todo el ejercicio anterior.
Para la concejala responsable de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes, se camina en buena dirección pero el objetivo es que “las cifras vayan creciendo año a año”. Por eso es especialmente importante en este proyecto la concienciación de la ciudadanía para que incluyan este cambio en sus rutinas diarias y comiencen a separar los restos de comida, plantas, posos de café, infusiones o tapones de corcho del resto de desechos. Antes de que se coloquen los contenedores en cada una de las calles, los vecinos residentes en la zona recibirán en sus domicilios la tarjeta necesaria para utilizarlos, que vendrá acompañada también de una serie de recomendaciones e indicaciones.
El reparto de los depósitos comenzará, según ha informado la edil, en el barrio de Delicias, y continuará de forma progresiva por Casablanca, Oliver-Valdefierro, Miralbueno, Arcosur y Montecanal, “de forma que a finales de la próxima semana todos los distritos urbanos de Zaragoza contarán ya con el contenedor marrón”.
A partir del 11 de septiembre la intención es llevar a cabo la implantación en los barrios rurales, empezando por Venta del Olivar, Monzalbarba, Alfocea, Garrapinillos y Casetas. En la segunda quincena de mes se completará el despliegue en Villarrapa, Juslibol, San Gregorio, San Juan de Mozarrifar, Peñaflor, Montañana, Movera, La Cartuja y Torrecilla de Valmadrid.
Cuando termine el mes se habrán desplegado otros 926 depósitos marrones, por lo que en total en toda la ciudad se rozarán los 2.000. Hasta ahora 470.000 zaragozanos disponen de contenedores marrones cerca de sus domicilios. “Nos va a permitir dar un salto importante en la reducción de emisiones contaminantes y el impulso a la economía circular, avanzando en el reto de que Zaragoza sea una ciudad cero emisiones en el año 2030”, ha defendido la edil. Para lograr todo esto, es importante que se sume el mayor número de personas posible a utilizar los nuevos contenedores y por ello el Ayuntamiento intensificará las tareas de información y sensibilización, tal y como ha señalado.
“El objetivo es que poco a poco cada vez más zaragozanos integren en su rutina diaria que hay que separar los restos de comida, de café o de plantas y que hacerlo sea algo tan cotidiano como nos resulta reciclar el papel o un envase”, ha sentenciado Gaudes. También se hará hincapié durante estas campañas de sensibilización en el uso de bolsas de basura compostables para depositar estos residuos, ya que se ha detectado que este asunto “generaba dudas” entre quienes han comenzado a usar el quinto contenedor.
Según ha informado la concejala, desde el 1 de abril se han recogido 1.238 toneladas de biorresiduos, de las que 689.820 kilos proceden de la recogida doméstica, mientras que 262.900 corresponden a grandes productores y otros 295.640 proceden de Mercazaragoza. Los residuos se trasladan al Centro de Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza (CTRUZ), para transformarlos en compost para abonar zonas verdes y producir energía limpia.
Para ello está siendo necesario también adaptar las instalaciones, ubicadas en el polígono de La Cartuja, donde se están acometiendo obras por valor de 11 millones de euros, de los que 4,7 son subvencionados a través de dos ayudas complementarias procedentes del Plan de Transformación, Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea. Los trabajos avanzan a buen ritmo, ha indicado Gaudes, por lo que la previsión es que concluyan a finales de este año o comienzos de 2025. Las obras permitirán crear una nueva línea con la que cerrar “el círculo del reciclaje” para que el aprovechamiento de todos los residuos sea “el máximo”.
El sistema de apertura por tarjeta fue el escogido por el Área de Medio Ambiente para tratar de evitar que los usuarios depositen una alta cantidad de impropios en la basura y conseguir que únicamente se tire materia orgánica que puede ser utilizada para compost. Las tarjetas son anónimas y permiten la apertura del depósito acercándolas unos segundos al lector situado en la parte frontal.
[Este contenido ha sido reelaborado a partir de Heraldo. Lee el original aquí]
Source: 2