¿Por qué el enfoque de economía circular es necesario para tu empresa?

El sistema de producir, usar y tirar dominante desde la revolución industrial está dando paso a uno basado en la economía circular, en el que el desecho se convierte en materia prima. La prolongación de la vida de los productos es el mandamiento. El objetivo es que las empresas sigan creciendo pero de forma sostenible. Y, para ello, existen muchas maneras de lograrlo.
Las compañías grandes, con más músculo, y también más escrutadas y exigidas por sus inversores y por la sociedad, lideran los cambios en este ámbito, pero ni son las únicas ni son suficientes. Las pequeñas y medianas empresas (pymes) deben desempeñar un papel importante en esta transformación, pues suponen el colectivo de organizaciones más numeroso de España.
Las pymes tienen la oportunidad de sumarse a este modelo productivo por seis razones:
  • Convicción: es el momento de que todos los agentes sociales actúen en pro de reducir el impacto del ser humano en el planeta.
  • Reputación: tanto hacia la sociedad para demostrar que se está comprometido con la conservación del medio ambiente, a través de la responsabilidad social corporativa (RSC), como hacia los inversores que exigen rentabilidad pero también una mayor sostenibilidad.
  • Rentabilidad: el ahorro derivado de la reducción y el reaprovechamiento de los residuos impacta de manera positiva en la cuenta de gastos.
  • Exigencia: el aumento en el coste de los recursos naturales. El precio de las materias primas crece ante su escasez.
  • Oportunidad económica: el Fondo Europeo Next Generation EU destina una partida muy importante a la sostenibilidad y, precisamente, la economía circular se sitúa en el foco de estas ayudas.
  • Obligación: las nuevas medidas regulatorias que impulsan la sostenibilidad empresarial y sancionan las prácticas que no sean respetuosas con el medio ambiente.
Aunque parezca que los cambios solo atañen a la industria, el sector de los servicios también debe dar pasos hacia un modelo más sostenible. Y ahora es el momento. Paula Sánchez, directora ejecutiva y cofundadora de la consultora especializada en economía circular CoCircular, afirma que algunas pymes del sector aún no son conscientes de que pueden sumarse a este modelo y que deben empezar con pequeños cambios: “Una apuesta por la digitalización, el reciclaje dentro de la oficina e incluso incentivar a los trabajadores a compartir los desplazamientos”, afirma esta experta. 
Detrás de los cambios que algunas empresas están experimentando en su modelo de producción se encuentran perfiles formados en economía circular. En otros casos, hay compañías que recurren a trabajadores que se dedican a la RSC. “Los inversores, los proveedores, los consumidores y los reguladores están presionando para que las empresas se pongan las pilas en esta materia”, afirma Ferrán Curtó, director adjunto de la Cátedra de Liderazgos de ESADE. 
“Existen departamentos de innovación para la mejora de los recursos y también hay responsables de aplicar la metodología agile”, añade Curtó para referirse a una forma de organización del trabajo más rápida y fluida, es decir, más eficiente. Sánchez apunta: “La coherencia es fundamental como ADN y cultura de una empresa”. Los cambios en las compañías van de la mano y por partes, cada vez más con la sostenibilidad en mente.
Los empleados son parte implicada y deben ser beneficiarios. Curtó asegura que no se puede avanzar hacia la sostenibilidad si no se tienen en cuenta las condiciones laborales de los trabajadores. Sánchez anima a las empresas a que fomenten buenas prácticas con respecto a sus empleados y les formen en el proceso hacia la economía circular.
[Esta noticia fue publicada originalmente en El País. Lee el original aquí]


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