Neumáticos fuera de uso: un ejemplo de economía circular

De un tiempo a esta parte es habitual escuchar la expresión “economía circular” siempre que hablamos de medio ambiente y, especialmente, residuos. Pero, ¿qué es la economía circular? “Es pasar de una economía lineal obteniendo materias primas, transformarlas, fabricar, consumir y eliminar, a otra economía, en este caso circular, donde se incluye el reciclado de los residuos y la preparación para la reutilización”, explica María García Rodríguez, secretaria de Estado de Medio Ambiente.
A día de hoy la normativa comunitaria en materia de residuos (y que es de obligado cumplimiento para los todos los Estados miembros) se conforma por la Directiva Marco de Residuos, la Directiva de Vertederos y otra legislación accesoria que regula cómo se deben tratar los residuos en Europa. Una legislación que se transpone (adapta) a la legislación de cada país, siendo nuestro caso la Ley 22/2011, de residuos y suelos contaminados. Es decir, todos los Estados miembros tienen un tronco legal común para luego adaptarse a la idiosincrasia de cada país.
En este momento, la prioridad europea pasa por lo que se denomina la jerarquía de residuos donde, en primer lugar, está la prevención de residuos (el mejor residuo siempre es el que no se genera), preparación para la reutilización, reciclado, otras formas de valorización incluida la energética y, por último, la eliminación (deposición en vertedero)
El tratamiento de los neumáticos fuera de uso es un ejemplo de economía circular que cumple con los estándares europeos. De todos los neumáticos que recogidos por SIGNUS en 2016 (189.259 toneladas), 23.629 (14,6 % de las toneladas gestionadas) fueron destinadas a preparación para la reutilización, es decir, entraron en el mercado de segunda mano y, por tanto, evitaron el consumo de materias primas. El grueso de los neumáticos recogidos, 107.795 toneladas (66,7 %), tuvieron como destino la valorización material, es decir, granulación, obra civil o reciclado. De esta manera se evitó la extracción de materias primas de la naturaleza, con el consiguiente ahorro ambiental. Las 30.104 toneladas restantes, el 18,6% de las toneladas gestionadas durante el año 2016, fueron destinadas a valorización energética en plantas con recuperación de energía.
La economía circular en la Unión Europea se materializa en el denominado Paquete Europeo de Economía Circular, que adoptó la Unión Europea el 2 de diciembre de 2015. Tiene tres grandes pilares: un plan de acción, un anexo de 54 iniciativas y propuestas legislativas en materia de residuos. Y es que desde la Unión se defiende que proteger el medio ambiente va en la misma línea que mantener la competitividad para seguir avanzando en un desarrollo sostenible. “Las ventajas de la economía circular supondrán, a nivel europeo, un incremento del 7 % en la creación de empleo: 600.000 millones de euros de ahorro y la posibilidad de crear 170.000 puestos de trabajo directos en el sector de los residuos hasta 2035”, explica Frans Timmermans, vicepresidente primero, responsable de desarrollo sostenible de la Comisión Europea. A ello se le suma la reducción estimada de 500 millones de toneladas de gases de efecto invernadero entre 2015 y 2035.
El pasado mes de diciembre, el Parlamento Europeo y el Consejo aprobaron incrementar, aún más, el porcentaje de residuos que tienen que reciclarse. Así, se establece que en 2025 (en solo siete años) se tiene que llegar a reciclar el 55 % de los residuos generados; el 60 % en 2030 y el 65 % en 2035. En 2035 el porcentaje de residuos que termina en vertederos deberá ser del 10 % del total. A día de hoy está en el 33 %.


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