México instala puntos de acopio para reciclar árboles de Navidad

Al principio del año el reciclaje de los pinos navideños adquiere gran importancia por la gran cantidad de ellos. En México cada año se consumen alrededor de 1.2 millones de plantas, 45% de producción nacional y el resto de importación; el problema es que en la mayoría de los casos al final de la temporada son desechados como basura. La buena noticia es que podemos darles nueva vida y por ejemplo en el país azteca nutren con su materia orgánica parques, jardines, camellones y áreas verdes de nuestras ciudades, ayudando a completar el circulo de sustentabilidad.
Es importante recordar que los árboles navideños son 100% biodegradables y que al terminar la temporada decembrina, los pinos naturales dejan de formar parte de la decoración de los hogares mexicanos, pero continúan en un ciclo que ayuda al medio ambiente.
De acuerdo con la Comisión Nacional Forestal (Conafor), cada uno de los ejemplares puede convertirse en composta que servirá de abono para futuras reforestaciones. También se puede emplear en artesanías, mezclas orgánicas o en material usado en jardinería.
Aunque de manera natural los árboles son materia orgánica que se va degradando con el tiempo, el disponer de ellos incorrectamente también puede causar efectos dañinos al ambiente, Cuando disponemos apropiadamente de nuestro pino cooperamos evitando la generación de más y mayores vertederos clandestinos, eliminamos la quema ilegal de árboles evitando así las emisiones de bióxido de carbono (CO2), el causante principal del calentamiento de nuestra atmósfera, le devolvemos a la naturaleza lo que ella generosamente nos prestó durante la época navideña, permitiendo su regeneración y ayudamos a prolongar la vida útil de nuestros vertederos.
Los pinos son parte del grupo de desperdicios sólidos que conocemos como materia orgánica, por lo tanto, son 100% reciclables. La materia orgánica es todo aquel compuesto que surge de organismos vivientes y que pasa por un proceso de biodegradación (descomposición) sin intervención directa del hombre. Todo lo que proviene de la naturaleza, se recicla naturalmente. Pero para acelerar este proceso de biodegradación o reciclaje natural, los árboles deben ser reducidos en pedazos pequeños.
Es por ello que los árboles recolectados serán procesados para convertirlos en composta que se utilizará como abono para parques y jardines de la ciudad. Este abono depositado alrededor de los árboles y jardines no solamente tiene una función decorativa y atractiva, también mantiene la humedad del terreno, evita el crecimiento de malas yerbas, previene la erosión del terreno durante períodos de lluvia, refresca el terreno durante tiempos de intenso calor y reduce la compactación del terreno y protege a los árboles, arbustos y jardines.
De acuerdo con las autoridades capitalinas, la composta producida será utilizada para mejorar los suelos de plantaciones de árboles, tierras agrícolas y áreas verdes de la Ciudad de México. La tierra que viene en las macetas de plantas o árboles que se compran, proviene de suelos de bosques y es tierra que tardó en crearse, en promedio, 450 años, de ahí la importancia de reciclar el árbol y proteger los bosques.
De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) el suelo de Conservación de la Ciudad de México representa más del 59% de su territorio y es muy importante para la vida de todos y todas al ofrecer servicios ambientales indispensables para la vida como la regulación del clima, producción de alimentos, conservación de la biológica, así como la captura y filtración de agua para la recarga de los mantos acuíferos.
[Este contenido procede de El Economista. Lee el original aquí]

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