La atracción fatal de las tortugas hacia los plásticos marinos puede erradicarlas del planeta

Las tortugas verdes (Chelonia mydas), una especie de tortuga marina de la familia Cheloniidae que se distribuye por los mares tropicales y subtropicales alrededor del mundo, están comiendo bolsas de basura al confundirlas con alimento. Estos plásticos están resultando confusos para estos animales marinos que corren el riesgo de desaparecer del planeta si no se toman medidas. Según los científicos, los animales más jóvenes de esta especie en particular se confunden, pues las tortugas marinas encuentran su alimento visualmente, evaluando el color y la forma de un objeto para determinar si es comestible. Y las hierbas marinas y las algas, algunas de sus comidas favoritas, parecen de plástico.
Emily Duncan, investigadora postdoctoral en conservación marina y contaminación de la Universidad de Exeter, comentó que las fuentes del plástico podrían incluir cosas como bolsas negras de basura y fragmentos de artículos tales como cuerdas de pesca y bolsas de transporte. Junto a científicos de la Sociedad para la Protección de las Tortugas, la experta estudió  34 tortugas que pernoctaron en las playas de la isla mediterránea oriental de Chipre, y descubrieron que estaban particularmente atraídas por piezas de plástico que parecían sábanas o hilos negros, claros o verdes. El equipo pudo observar el tracto gastrointestinal de 19 tortugas. Todos habían comido plástico, con un total de 3 a 183 piezas, precisaron los investigadores en un artículo publicado en la revista Scientific Reports.
Encontraron además que las tortugas más pequeñas habían comido más plástico que los animales más grandes. Eso podría deberse a su ingenuidad, escribieron los autores. Se trata de un estudio que alerta sobre la selectividad relacionada con la dieta de la ingestión de macroplásticos en tortugas verdes en el Mediterráneo oriental, que las pone en riesgo de extinción. Por naturaleza, las tortugas marinas son principalmente depredadores visuales, con la capacidad de discriminar según el color y la forma; por lo tanto, estos factores contaminantes del mar juegan un papel en las elecciones de alimentación. A partir del estudio, se ha podido probar la hipótesis de que el plástico se ingiere selectivamente cuando se parece a los alimentos de las tortugas verdes.
En el caso de Chelonia mydas, las tortugas en el Mediterráneo oriental mostraron una fuerte selectividad relacionada con la dieta hacia ciertos tipos (hojas e hilos), colores (negro, transparente y verde) y formas (elementos lineales muy preferidos) de plástico en comparación con la línea de base ambiental de los desechos plásticos de playa. En la investigación, se determinó que existe “una relación negativa significativa entre el tamaño de la tortuga (longitud curva del caparazón) y el número / masa de piezas de plástico ingeridas, lo que puede explicarse a través de ingenuidad y / o cambios ontogenéticos en la dieta”.
Como se sabe, la abundancia y distribución espacial de la contaminación plástica en los océanos del mundo está en constante aumento, y se cree que está emergiendo como uno de los cambios más ubicuos y duraderos en los sistemas naturales. De hecho, se depositan densidades extremadamente altas de este contaminante a lo largo de las costas y en los giros oceánicos. Así, los desechos plásticos ingresan al medio marino a través de una variedad de vías. La fuente principal es la escorrentía terrestre, que representa un 80% del total estimado, pero las fuentes adicionales incluyen la pesca y las actividades marítimas.
Los investigadores precisan que “la ingestión de desechos plásticos por vertebrados marinos es ahora un fenómeno global. Se cree que ocurre en al menos el 43% de las especies de cetáceos, el 36% de las especies de aves marinas, muchas especies de peces y se ha informado en todas las especies de tortugas marinas”. Y aseveran que los plásticos son los desechos antropogénicos más comúnmente ingeridos; con una amplia variedad de artículos encontrados dentro de las tortugas marinas necropsiadas. Esto tiene el potencial de causar efectos letales por bloqueo intestinal y lesiones, pero también efectos subletales adversos como la dilución de la dieta, la desnutrición y la inmunidad deteriorada.
Las tortugas pueden no solo seleccionar plásticos que parecen presas gelatinosas, lo que se ha declarado comúnmente en la literatura científica  como la “hipótesis de las medusas”, sino también otros artículos de presas. Los científicos advierten los riesgos que corre la especie y citan algunos ejemplos: En las tortugas verdes juveniles (Chelonia mydas) en Brasil, se pensó que la ingestión de plástico se produjo junto con la de macroalagas debido al enredo de escombros en las estructuras de algas. Por otro lado, se sabe que las tortugas laúd (Dermochelys coriacea) ingieren bolsas de plástico, presumiblemente porque se parecen a sus presas de medusa. Además, se cree que la alta presencia de tapas de botellas de plástico ingeridas por tortugas bobas (Caretta caretta) se debe a que su forma redonda y su presencia flotando cerca de la superficie significa que se parecen a organismos que normalmente son presa fácil.
Los resultados del estudio científico alerta que las tortugas verdes del este del Mediterráneo exhibieron una fuerte selectividad hacia los plásticos que potencialmente se asemejan a su principal artículo dietético, la hierba marina. Los hallazgos indican que las tortugas pueden no solo seleccionar plásticos que parecen presas gelatinosas, lo que se ha declarado comúnmente en la literatura como la “hipótesis de las medusas”, sino también otros artículos de presas.
Actualmente, la tortuga boba es la única especie indicadora de ingestión de plástico en el Mediterráneo para la Directiva Marco de la Estrategia Marina (Subgrupo Técnico GES sobre Basura Marina). Sin embargo, los resultados de esta investigación enfatizan que las tortugas verdes son quizás más propensas a ingerir plástico que las tortugas bobas en la misma región.


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