La Diputación de Valencia pone en marcha una campaña de sensibilización bajo el título “El monstruo del alcantarillado”

El área de Medio Ambiente de la Diputación de València inicia una campaña en lo referente a la educación y sensibilización medioambiental que, bajo el título “El monstruo del alcantarillado”, explica de manera educativa y lúdica los daños que producen las toallitas húmedas, los palillos o las colillas cuando acaban en los alcantarillados, ya que en un año pueden llegar hasta las 10.000 toneladas solo en la provincia de València, 
Según ha señalado la corporación en un comunicado, la campaña pretende evitar los efectos del cambio climático que se están produciendo en la región mediterránea y especialmente en la provincia de València.  “Como este tipo de residuos no se echan a la basura, los alcantarillados están siendo objeto de averías y atascos que redundan en elevados costes públicos por su mantenimiento y reparación de estas instalaciones que son claves para la salubridad de los municipios”, ha explicado el diputado de Medio Ambiente, Josep Bort. 
Esta iniciativa pretende llegar a todos los municipios del territorio valenciano para concienciar a la ciudadanía de las consecuencias que este mal uso de las toallitas húmedas o de cualquier residuo puede tener tanto en materia medioambiental como también hacia las personas. Además, lo que también se pretende con esta campaña es poner en valor la pérdida de prestigio de un servicio público de primera necesidad y competencia local como es el abastecimiento de agua potable domiciliaria. Tal como ha señalado Bort, “a lo largo de los últimos años ha aumentado considerablemente el consumo de agua embotellada lo que se traduce en un aumento de los residuos de plástico que no siempre son reciclados y, por otro lado, la contaminación y la emisión de gases de efecto invernadero que su transporte provoca”. 
El departamento de Medio Ambiente, señalan desde la corporación, pone a disposición de las localidades toda una serie de herramientas publicitarias para que los vecinos y vecinas de las poblaciones valencianas tomen conciencia a la hora de echar estos tipos de residuos que no son biodegradables por los retretes. Además, se ha impulsado toda una serie de carteles para concienciar el ahorro de agua. 


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