Crece la inversión en sostenibilidad a nivel mundial, pero también los riesgos del "greenwashing"

Generation Investment Management, la empresa de gestión de inversiones sostenibles presidida por Al Gore, ex vicepresidente de Estados Unidos y Nobel de la Paz por su activismo en la lucha contra el cambio climático, ha publicado su quinta evaluación anual del estado global de la sostenibilidad, un análisis referente en el ámbito de las inversiones verdes.
A partir de más de 200 fuentes, el Informe de Tendencias de Sostenibilidad 2021 destaca varios puntos de inflexión clave en el camino hacia la sostenibilidad, desde la incorporación del cero neto a la acción sobre diversidad, equidad e inclusión, al surgimiento de tecnologías limpias y soluciones naturales. El estudio da cifras esperanzadoras sobre el progreso del planeta, pero también destaca la creciente amenaza del greenwashing (‘lavado de imagen verde’) que plantea un riesgo significativo y creciente para el éxito de una transición económica sostenible.
Al Gore señala en el informe que “en la década más crucial de acción climática en nuestras vidas, este informe apunta a un fuerte progreso en muchas áreas. Nuestro desafío, sin embargo, sigue siendo vasto y urgente. Mientras el mundo trabaja para contener y recuperarse de la pandemia, debemos aprovechar el impulso de la revolución de la sostenibilidad global para asegurarnos de no volver a caer en nuestros viejos patrones, sino marcar el comienzo de un futuro justo y sostenible“.
“Sigue existiendo una enorme brecha entre los objetivos climáticos a largo plazo y los planes de acción a corto plazo. Los grandes emisores deben incrementar sus ambiciones climáticas con renovada credibilidad y urgencia. Asimismo, los países en desarrollo necesitan urgentemente un apoyo sustancial para el acceso a las vacunas, la financiación climática y el alivio de la deuda. La falta de progreso en estos frentes corre el riesgo de socavar el progreso en la lucha contra la crisis climática y en facilitar una recuperación justa y equitativa. Debemos estar atentos a la creciente amenaza del ‘lavado de imagen verde’ o arriesgarnos a descarrilar el progreso ganado con tanto esfuerzo”, señala Gore.
Los volúmenes financieros relacionados con la sostenibilidad se están disparando a medida que las empresas y los inversores aceptan el imperativo mundial de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad para 2030. El informe de tendencias de sostenibilidad estima que los volúmenes financieros relacionados con la sostenibilidad se han triplicado desde 2015, y el volumen de capitalización del mercado global proveniente de la economía verde ya alcanza el 6%, en comparación con el 2% de 2015.
Desde 2015, el mercado ha experimentado un aumento de diez veces en los flujos hacia fondos ESG, los relacionados con el medio ambiente, progreso social y gobernanza. Esto supone un aumento de ocho veces en la emisión de deuda sostenible, una duplicación del capital privado y capital riesgo hacia en áreas de sostenibilidad; y un aumento de 1,5 en la inversión en transición energética. Gobiernos que representan tres cuartas partes del producto interno bruto (PIB) mundial ahora tienen compromisos de alcanzar la carbononeutralidad a largo plazo, pero el informe encuentra que muchos gobiernos y empresas carecen de compromisos provisionales y planes de acción a corto plazo.
El informe de este año alerta de que “la naturaleza nunca ha estado bajo una mayor amenaza”, pero también reconoce que “las soluciones naturales están despegando”. La financiación de capital riesgo de soluciones de la naturaleza se ha quintuplicado desde 2016, lo que refuerza su importancia en el avance de la adaptación mundial al cambio climático. Por otra parte, alerta de que el ritmo de la transición energética debe acelerarse cinco veces para cumplir con un escenario de 1,5 grados establecido por el Acuerdo de París.
El informe destaca la labor de las empresas y el sector privado liderando el camino hacia la sostenibilidad, y alienta a seguir siendo el motor del cambio en el planeta. Pero también alerta del riesgo de aumento del greenwashing, no solo por parte de las empresas, a quienes se suele atribuir esta práctica, sino también por parte de los Gobiernos de los países e instituciones internacionales, que podría ralentizar el paso de los planes a la acción climática efectiva y dejar los objetivos globales en papel mojado.
“Existe una creciente inquietud por la baja calidad de algunos compromisos de carbono cero, la brecha entre objetivos y acciones y la ausencia de marcos concretos en los que desarrollar esta acción. Los consumidores se enfrentan a situaciones y afirmaciones confusas y, a menudo, engañosas sobre los beneficios de la sostenibilidad o las acciones que se ponen en marcha”, señala. El informe pide “metas claras. Los inversores necesitan claridad sobre cómo las empresas y los Gobiernos convertirán los objetivos en acciones en los próximos años”.
[Esta noticia fue publicada originalmente en El Ágora. Lee el original aquí]


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