Un estudio de la ULL confirma la elevada presencia de microplásticos en Playa Grande (Tenerife)

El grupo de investigación AChem (Applied Analytical Chemistry Research Group) que coordina Javier Hernández Borges, profesor titular de Química Analítica de la Universidad de La Laguna, ha incorporado desde hace algo más de un año una línea de trabajo sobre microplásticos, que ha comenzado a dar sus frutos con su primera publicación en la revista Marine Pollution Bulletin, la cual da cuenta de los resultados del muestreo de microplásticos en seis playas de Tenerife: El Socorro y San Marcos, en el norte de la isla, y Leocadio Machado, El Porís, Los Abriguitos y Playa Grande, en el sur, durante los pasados meses de octubre, noviembre y diciembre. El trabajo también ha sido coordinado por la profesora Cintia Hernández Sánchez, del área de Medicina Preventiva y Salud Pública, y han participado los doctores Carlos Cairós Barreto, Jessica López Darias y Javier González Sálamo, del Departamento de Química, y las graduadas Elisa Mazzetti y Clara Hernández-Álvarez, primera autora del trabajo.
Tras un estudio detallado de los fragmentos de microplásticos encontrados, de un tamaño entre 1 y 5 milímetros, y tras comparar el contenido en microplásticos con otras playas de Canarias previamente analizadas, como es el caso de la playa de Ámbar en La Graciosa, Famara en Lanzarote o Las Canteras en Gran Canaria, entre otras, se pudo constatar que en todas las playas, a excepción de Playa Grande (Arico), el contenido en microplásticos era relativamente bajo, inferior a 3.5 g por metro cuadrado (con una media de 45 fragmentos por metro cuadrado). Todas esas playas son catalogadas como ‘aptas para el baño’ con lo que reciben limpiezas periódicas. En el caso de Playa Grande, que era la única ‘no apta para el baño’, el contenido era bastante superior, en torno a 99 g por metro cuadrado (cerca de 3.000 fragmentos/por metro cuadrado) que es relativamente alto y comparable con los recibidos en las playas de Canarias anteriormente mencionadas (Ámbar, Famara y Las Canteras) en ciertos periodos del año. 
Además de su cuantificación, los autores del trabajo también identificaron mediante espectroscopía infrarroja el tipo de plástico de un buen número de dichos fragmentos: un 69% eran fragmentos de polietileno (PE); un 18%, de polipropileno (PP), y un 4%, de poliestireno (PS). Todo ello concuerda con datos previamente publicados en la bibliografía y con el hecho de que los dos primeros son las dos formulaciones de plásticos más producidas a nivel mundial. Estos análisis fueron realizados en el laboratorio de Espectroscopía Infrarroja del Servicio General de Apoyo a la Investigación (SEGAI) de la Universidad de La Laguna.
“Playa Grande recibe periódicamente cantidades importantes de basuras marinas y sobre todo de microplásticos. Este hecho no es novedoso, porque algunos de los usuarios habituales de la playa y vecinos de la zona nos han comentado que ‘desde siempre’ la playa ha estado bastante sucia, si bien, hasta la fecha, el contenido en microplásticos no se había cuantificado”, señala el profesor Hernández Borges. Todo parece indicar que es debido a su orientación y a las corrientes que llegan a la zona y que no parece que estén dejando cantidades importantes de microplásticos en muchas de las playas de la isla, si bien este hecho está aún por constatar y sería necesario realizar estudios a largo plazo”, añade.
Durante los pasados meses, Playa Grande ha aparecido en redes sociales y en los noticiarios a nivel regional y estatal, puesto que recientemente se ha producido una llegada masiva de microplásticos. De hecho, la asociación ‘Canarias libre de plástico’, que apadrina esta playa y colabora con el grupo de investigación AChem, lleva a cabo limpiezas periódicas de la misma y ha alertado de este hecho. En varias ocasiones, incluso, se organizó una recogida masiva”, señala, por su parte, la profesora Cintia Hernández.


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