¿Estamos preparados para vivir en una economía verdaderamente circular?

Pasan los meses y cada vez se habla más de Economia Circular pero lo más problemático es que solo se trata el concepto de manera superficial y centrado en el Residuo-Recurso, y de aquí no salimos. Existe una desviación tanto en la manera de informar como en una “apropiación indebida” del uso del termino, por ejemplo. Digamos claramente que “Reciclar no es Circular”.
Pasan los meses y no avanzamos pues solamente se habla, se habla y se habla pero nadie se mete en harina para implementarla seriamente. Las empresas y sus directivos siguen sin entrar en ella entre otras cosas por que no entienden ni saben de que va su proceso. En el momento que hablamos con empresas para aportarles la visión real de la Economia Circular, encontramos que sus directivos ni nos entienden ni saben de que les hablamos y siempre responden que ellos ya tienen solucionada la gestión de sus residuos. Muy lamentable, pues por culpa de este mal uso del concepto se ha logrado que el posicionamiento de la Economia Circular, por un error de concepción y discurso oficialista, se centre en que se entienda simplemente como una manera de tratar y gestionar los residuos.
Por otro lado investigadores, emprendedores, instituciones sindicales y/o empresariales, educativas y formativas (no tocan el concepto) y las Administraciones Públicas tanto locales como provinciales (muy perdidas en el concepto) abusan del término de forma altamente dispersa en lugar de trabajar globalmente y transversalmente de forma organizada, eficiente y rigurosa para que tanto las empresas, como los territorios, y sobre todo, la ciudadania tengan la capacidad de seguir una linea de actuación socialmente responsable. Es imprescindible que la sociedad promueva y participe en un cambio total desde el cual seamos capaces de girar el metabolismo de la economía. Pero la Unión Europea si tiene objetivos y caminos a partir de la legislación creada desde un proceso reflexivo y necesario para convertirse en un continente competitivo en el gran mercado del Mundo. La Unión Europea avanza implacablemente y ha definido términos de transición e implementación sobre todo en temas de EcoDiseño, energías, investigación y definición de materiales, en el ReUso, en reducción de residuos…
Deberiamos entender la Economía Circular como base para el cambio de paradigma hacia la economía de la sostenibilidad integral, o sea, una manera distinta de ver, entender  y de hacer. Cambio de modelo de diseñar, de producir y de consumir por un sistema que imita la naturaleza, donde todo se aprovecha en un solo ciclo. Necesario promover que los residuos tengan mayor valor que el que tenían antes como producto en el denominado upcycling. El consumo de energías se reducirá al mínimo y debe provenir de las fuentes renovables. Imprescindible entender el nuevo modelo de en vez de comprar por poseer, se aboga por el consumo colaborativo o de gozar de unos servicios. Compartir, redistribuir o reutilizar los productos. Esas son las claves primordiales para que socialmente y económicamente sean la única salida a una situación mundial de claro estancamiento y agotamiento del modelo, no del sistema,  pues el capitalismo está en una fase altamente salvaje generando unas brutales diferencias entre ricos y pobres absolutamente abrumadoras y pornográficas.  
La gran esperanza de la economía es el cambio del modelo lineal por el modelo circular. Debemos enfocarlo como el Gran Cambio Cultural y trabajar entre todos, especialmente las nuevas generaciones de jóvenes, en la  creación, construcción e implementación de procedimientos tanto humanísticos, técnicos y sociales para conseguir romper con ese corsé que se está haciendo cada vez mas fuerte basado solamente y erroneamente (o voluntariamente) en la conversión del residuo en recurso y dar un mensaje sesgado de la auténtica dimensión del hipercambio que debe presidir el nuevo mundo.
Existen muchos gurús, investigadores, expertos, consultores y administraciones que se mueven solamente para “cazar” dinero europeo y así generar, a base de postureo, continuos encuentros, seminarios, charlas, cursos, presentaciones, artículos, estudios que se quedan siempre en lo meramente teórico, vacíos y caminando finamente por una superficie donde muchos solo aportan frases copiadas y llenas de circunloquios que no lleva a ninguna parte. Cuando se presentan ejemplos de prácticas empresariales en Economía Circular siempre son los mismos cinco o seis basados en como se reaprovechan residuos para hacer tejidos, asfalto, cantimploras u otros enseres…en fin más de lo mismo. Pero pocos o ninguno parten de cómo diseñar, innovar en materiales, producir, reaprovechamiento energético, ciclo de vida o distribuir productos pensados desde el primer minuto para no generar residuos. 
Para terminar y dentro de este contexto de superficialidad hay que mencionar proyectos de simbiosis en polígonos industriales los cuales solo insisten en el intercambio de residuos entre empresas para convertirlos en recursos. Son prometedores, es cierto, pero hace falta mucho más para apostar verdaderamente por una economía circular. Y en  esa apuesta, España está todavía muy lejos de otros países. Esperemos que pronto se convierta en una realidad y no se quede solo en una moda. Nuestro futuro y la sostenibilidad económica del modelo están en juego  


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