Bali, el paraíso rodeado de basura que se organiza contra los residuos

Las imágenes causaron espanto a principios de año. Las playas de la paradisíaca isla indonesia de Bali estaban cubiertas por toneladas de residuos plásticos: una marea de botellas y vasos, envases y una masa de basura difícil de identificar, a pesar de la falta de turismo por la pandemia de coronavirus. El drama de los residuos se ha convertido en un fenómeno recurrente que se repite cada año, provocado por las corrientes marinas influidas por los vientos monzones, la creciente contaminación de los océanos, el consumo masivo y el mal funcionamiento de la gestión de residuos. 
Y no solo las playas de Bali están contaminadas, sino también sus bosques, las riberas de los ríos y alrededor de los templos, mientras que en las calles se pueden encontrar residuos en muchos lugares. Pero al mismo tiempo se multiplican los esfuerzos para liberar a la “isla de los dioses” de los residuos. Wayan Aksara se ha convertido en el “Trash Hero” (héroe de los residuos) de Bali, un ejemplo para muchos de su conciudadanos. “Antes trabajaba como guía de turismo y como muchos colegas escuchaba seguido las quejas de los turistas por la cantidad de residuos”, afirma el hombre de 50 años. “Esto me llevó a querer hacer algo por el medio ambiente en Bali, en una época en la que aún no había mucha conciencia al respecto”, recuerda. 
En 2017 se sumó a la iniciativa Trash Hero fundada en Suiza. El movimiento mundial se basa en organizaciones comunitarias para convocar a “héroes de la basura” a recoger residuos, ayudar a la naturaleza y fortalecer la conciencia social sobre la protección del medio ambiente.  Al pasar unas horas recogiendo basura, la gente adquiere una profunda comprensión de las consecuencias de ensuciar sin cuidado”, afirma el sitio web del movimiento.
Así le ocurrió a Aksara. Su compromiso comenzó siendo pequeño pero rápidamente creció a niveles gigantescos. Al principio recolectaba residuos junto a un pequeño grupo, integrado por sus dos hijos y un par de amigos, en Saba Beach, una playa de arenas negras en la costa oriental de la isla, muy cerca de su pueblo natal, Banjar Buruan.  “Para conseguir que se uniera más gente a colaborar, decidí crear una asociación medioambiental para Saba y finalmente me uní a la gran familia de Trash Hero”. Apenas un año después, Aksara se convirtió en presidente de Trash Hero Indonesia, organizando acciones a nivel nacional en la mayor nación insular del mundo con la colaboración de docenas de secciones locales.
Los residuos no son un problema exclusivamente balinés. “Hay residuos plásticos en todo el mundo, pero todavía se debe mejorar la conciencia pública al respecto en Bali y en toda Indonesia”, afirma Aksara.  Las estadísticas respaldan esta afirmación: Indonesia es uno de los grandes contaminadores con plástico de los océanos del mundo. Aunque se hacen esfuerzos por cambiar esto a gran escala, los héroes de los residuos aportan hoy lo suyo. Su lema es: “Limpiamos, educamos, generamos el cambio”. 
Una vez por semana, en particular los fines de semana, se reúnen y recogen lo que encuentran. Un pequeño ejército antirresiduos, pleno de energía y vestido de camisetas amarillas, pinzas para recoger basura y grandes bolsas para librar a Bali de la basura. También colaboran con la iniciativa muchos jóvenes y, antes de la irrupción de la pandemia de coronavirus, también turistas.  Solo en Saba Beach han colaborado más de 9.000 personas, entre ellos 875 niños, según se informa en la página de Trash Hero Saba en la red social Facebook. El resultado fue la recolección de cerca de 24 toneladas de residuos de la naturaleza, y con una tendencia en alza. 
“Pero unos de los puntos principales son nuestros programas educativos para niños, intentamos movilizarlos para que aprendan desde sus primeros años a preocuparse por el medio ambiente”, cuenta Aksara. Ahora podría pensarse que por la caída del turismo a causa del coronavirus se produce menos residuos y la isla luce su imagen más bella. Pero la realidad está lejos de aquello.  “No, ahora incluso hay más basura”, lamenta Aksara, quien explica que esto sucede porque muchos balineses han perdido sus empleos y trabajan de forma independiente ya sea en proyectos de venta de comida o en servicios de reparto. 
“En este proceso se utilizan muchos más envases desechables que antes”, advierte el hombre, que subraya que además ahora se suman innumerables tapabocas y mascarillas de un solo uso que se tiran a diario. Naturalmente, los “héroes de los residuos” no son los únicos que intentan limpiar Bali. Muchas organizaciones han asumido como propia la causa de los residuos, que nunca faltan en la isla.
Numerosos practicantes de yoga que acuden a la isla para un retiro también han participado en campañas de limpieza. “Karma Yoga” es el nombre de esta práctica espiritual, un servicio desinteresado que se manifiesta, entre otras actividades, en la recogida de residuos. Aksara estima que será un largo proceso generar una sociedad que se ocupe de cuidar el medio ambiente. “Por supuesto, hace falta un alto nivel de compromiso y constancia para conseguirlo”, reconoce. 
El balinés está sin embargo convencido de que con el tiempo se logrará generar un cambio real. Según Aksara, esto sería una bendición para Bali, que ha sufrido durante tanto tiempo bajo el peso del turismo de masas y de las montañas de residuos.  También la escena política en Yakarta ha comenzado a movilizarse por esta causa. El Gobierno indonesio se ha comprometido a reducir para 2025 en un 70% los residuos plásticos en toda la nación.
[Esta noticia fue publicada originalmente en Infobae. Lee el original aquí]


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